Sigue en la difícil pelea

El Valencia tenía una dura prueba en los últimos tres partidos de liga, enfrentándose a tres de los equipos que tenía (y sigue teniendo) por encima en la clasificación. Athletic de Bilbao, Real Sociedad y Villarreal serían tres buenas piedras de toque para saber a qué aspiraba el equipo en esta temporada. Tras los tres enfrentamientos, el balance no ha sido nada positivo, sobre todo porque antes de eso, ya se produjo una inesperada derrota en Vallecas. Finalmente, un empate ante los bilbainos, una derrota en Anoeta y una victoria en el derbi, dejan a los de Pizzi octavos en la clasificación, a seis puntos precisamente de su último rival, que ocupa la última plaza que daría derecho a Europa. (Los dos finalistas de copa jugarán la Champions y no aprovecharán el derecho a participar en Europa League que se otorga al campeón).

VCF-Villarreal

 

A pesar de no haber superado el bache del calendario, lo cierto es que al menos se acabó con buen sabor de boca por el partido frente a uno de los rivales favoritos de la afición de Mestalla. Quizás ante el Athletic se mereció algo más y seguramente, lo más justo en Donosti hubiese sido el empate a nada, tras un mal partido de ambos, pero el pasado domingo, el Valencia dominó a su antojo al Villarreal y consiguió dos goles en la primera parte que dejaron el partido controlado hasta pasado el minuto 80, cuando llegó el gol visitante. Hasta entonces, sin noticias del Villarreal en ataque.

En el planteamiento inicial de Marcelino se veía una baja importante y un lugar por el que el Valencia debía sacar petróleo. Mario estaba ausente por lesión y su sitio en el lateral derecho lo iba a ocupar el zurdo Jaume Costa. Fede era el encargado de llevar peligro por su banda. Y lo cierto es que lo consiguió cuajando un gran partido y buscando desbordar desde el principio. Una gran jugada dejando atrás a varios rivales y disparando demasiado cruzado, una dura falta sufrida al borde del área que el colegiado decidió no pitar incomprensiblemente y recibir un recital de patadas de varios rivales, fueron algunas de las acciones protagonizadas por el revitalizado canterano en la primera parte.

Fede Villarreal

 

Pero el verdadero protagonista del encuentro fue alguien acostumbrado a estar lejos de los focos y que destaca por cuestiones muy diferentes a las que le llevaron a la primera plana el domingo. Javi Fuego consiguió dos goles que hacen justicia a todo ese trabajo poco vistoso pero efectivo que realiza en todos los encuentros. Ambos llegaron tras varios rebotes en dos saques de falta. El primero, fue un disparo de Fede que golpeó en la defensa y quedó muerto al borde del área para que el mediocentro la reventara con el exterior junto al palo en el minuto 35. El segundo, tras una falta lateral que golpeó en un defensor visitante y que remató Mathieu al palo. El balón se quedó paseando casi sobre la línea de gol y el asturiano solo tuvo que empujar a la red su doblete a los 43 minutos.

Javi Fuego

Todo era coser y cantar para los locales, a excepción de la lesión de uno de sus mejores jugadores. Diego Alves cayó mal tras una estirada y tuvo que ser sustituido por Guaita a los veinte minutos del inicio. Las pruebas han desvelado que sufre una rotura en el bíceps femoral y tendrá que estar de baja unas cinco semanas. Ahora depende de qué Guaita vamos a ver, para saber si esto supone un problema o no para el Valencia. Ayer apenas le vimos, ante la falta total de llegadas del submarino.

Al descanso se llegaba con buenas sensaciones en la grada, sin noticias de la defensa (y eso que estaba Víctor Ruiz), con el trivote formado por Fuego, Parejo y Keita llevando el control, con un gran Fede y un más que correcto Barragán como extremo, que realizó una gran jugada regateando a varios rivales e incluso dispuso de una gran ocasión para marcar, solo ante Asenjo. Sin embargo, Alcácer estuvo algo desaparecido y no dispuso de apenas ocasiones.

Al inicio de la segunda parte, nuevo contratiempo por lesión y mismo diagnóstico. En este caso Víctor Ruiz no saltó al campo y Vezo fue su sustituto. El portugués pasó igual de inadvertido que el primero y apenas tuvo trabajo, por el escaso peligro rival y por la enorme ayuda del inconmensurable Mathieu. Los de Pizzi tuvieron la pelota, con otra gran actuación de Parejo y el partido se movió al ritmo que marcó el madrileño. Apenas hubo ocasiones, a excepción de un gran remate de Keita al larguero tras centro de Mathieu, quien da la sensación de que puede llegar a todos los balones que se proponga. El malí estuvo más adelantado de lo habitual y se dejó ver en área rival, dejando a Parejo y Fuego el centro del campo.

Y cuando todo parecía acabado y controlado, llegó un error incomprensible de Joao Pereira que puso algo de intriga a los últimos diez minutos. El portugués no pasa por su mejor momento, relegado con razón al banquillo por Barragán. Ayer fue titular y no dejó demasiado buenas sensaciones. Centrar un balón a su propio área con toda la presión del rival encima, no le ayudó demasiado a cambiar su situación. El regalo fue aprovechado sin problemas por Gio Dos Santos, que colocó el 2-1 en el marcador. A pesar del susto, la cosa no pasó a mayores y el Valencia aguantó el resultado hasta el final sin demasiados apuros, consiguiendo tres puntos vitales.

Y tras la prueba no superada del calendario, ahora al Valencia le esperan varios rivales más que asequibles en las siguientes jornadas de liga. Por ejemplo, este mismo jueves visita a un Almería que le hizo un gran favor ayer venciendo a la Real y el domingo recibe al Getafe en Mestalla. Si los de Pizzi quieren estar en Europa, son seis puntos que no se pueden escapar. Pero aplicar la lógica con este equipo, no es algo demasiado recomendable.

Frenazo a la evolución

El Valencia de Pizzi ya era otro en los últimos partidos. Las buenas sensaciones, el cambio de actitud y sobre todo los resultados, habían confirmado que el equipo había dejado atrás su imagen de principio de temporada, incluso acumulando ocho partidos consecutivos sin conocer la derrota. Pero el pasado domingo en Vallecas, todo saltó por el aire y los fantasmas del pasado volvieron a aparecer en el juego del equipo. La defensa se mostró vulnerable, el centro del campo sin Parejo fue inoperante y la delantera apenas se dejó ver, más allá de un gran remate al larguero de Alcácer, quién si no. Incluso la sensación de que los fichajes del mercado de invierno eran todo un acierto, comenzó a tambalearse. Con todo ello, el Rayo terminó imponiéndose por 1-0 con gol de cabeza de Larrivey.

Larrivey Valencia

Quizás lo más llamativo del Valencia estuvo en el centro del campo, tanto en lo positivo como en lo negativo. En el primer aspecto, aparece el debut de Portu en liga. Ya le vimos en el equipo en la segunda mitad del encuentro de Europa League, frente al Dinamo y el domingo fue titular. Cuajó un buen encuentro, aportando lucha y toque fácil de balón, incluso estando condicionado por una tarjeta incomprensible muy tempranera. En el aspecto negativo, el equipo no fue capaz de crear juego sin Parejo, ausente en Vallecas por sanción. El madrileño es el faro de este equipo y tras la salida de Banega, no tiene ningún recambio en la plantilla. Keita y Míchel completaron el trivote y el primero, a pesar de mostrar un buen nivel físico, no está capacitado para esas labores y del segundo no sé muy bien qué esperar, algo perdido siempre por el campo.

Portu Rayo

Ante la falta de fútbol de toque, Pizzi decidió ir dando entrada a atacantes en lugar de medios. El primero en entrar fue Jonas por Míchel. Poco después llegó el gol local, cuando los dos laterales ché fallaron. Primero Barragán dejó que Rat centrara solo y a continuación Bernat cerró demasiado al centro, juntándose con los centrales y dejando solo el segundo palo, donde le superó por arriba Larrivey para cabecear el gol decisivo.

Entonces Pizzi decidió que lo mejor era seguir colocando atacantes quitando medios y dio entrada el debutante Vinicius Araujo en lugar de Portu. La cosa, evidentemente, no funcionó. Keita se quedó solo en el centro y los balones no pasaban de él en adelante. Entre Alcácer, Jonas, Araujo, Feghouli y Vargas apenas tuvieron una ocasión. Para cerrar el cúmulo de despropósitos, a falta de quince minutos para el final, Barragán fue expulsado por doble amarilla, tras una entrada a destiempo estando amonestado. Otro error de novato del lateral, difícil de entender.

Araujo Rayo

Y sin apenas atacar la portería del penúltimo clasificado de la liga, se acabó uno de los peores partidos de la era Pizzi, si no el peor, sembrando dudas en el aficionado. Veremos si con la vuelta inmediata de las numerosas bajas que tiene el equipo, como Piatti, Javi Fuego y sobre todo Parejo, se vuelve a mostrar una buena cara. Algo totalmente necesario ante el maratón de partidos importantes que se le viene encima, con el Athletic de Bilbao el domingo en Mestalla, la Real Sociedad la semana siguiente y a continuación el Villarreal de nuevo en Valencia. Todos situados por encima en la clasificación y hoy por hoy, muy lejos de poder ser denominados rivales directos.